Banshee 1×08. Demolition Woman.

Por si no lo había dicho ya, Banshee hace méritos intentando llegar a lo que sufrió en sus carnes Saw VI para obtener la insuperable calificación X. Este octavo es uno de los capítulos más primarios que he tenido el placer de ver junto con alguno que otro de cualquier temporada de Spartacus, exceso desmesurado de violencia y un poquito del habitual sexo. Como si de un film Takashi Miike se tratase. Especial mención a la escena de acción sin fin, al estilo de la primera que hay en The Matrix entre un recién llegado Neo y un más que buen profesor Morfeo, sólo faltó escuchar el mítico «¡No intentes golpearme, golpéame!».

Amor del verdadero.

The Americans 1×05. Spy Game.

Más notorio que nunca el juego de espías va prosperando entre sendos bandos. La tensa calma en la que no hay descanso contra el enemigo, mejor para el telespectador que se mantiene en vilo, no permite tomar un sorbo de agua ni tampoco una bocanada de aire. Cualquier tipo de reposo es dar ventaja al adversario ya que en los tiempos que corren el cansancio y la duda han de estar de vacaciones. ¿No puedes dormir por la noches? No me importa, tu trabajo no es pernoctar es servir a tu país sin protestar. En si es sólo un oficio, posiblemente de los más estresantes que existen junto con el de controlador aéreo, pero con una disposición total a la causa llueva, granice, nieve o caiga un meteorito. Espero que la remuneración vaya acorde y que las horas extras, nocturnidades, festivos y primas por objetivos sean bien pagadas como se estipule en el convenio colectivo del trabajador.

Azotes de una guerra candente.

The Walking Dead 3×11: Después de la calma siempre llega la tormenta

Menos mal que llegué a éste capítulo sin las ansias de los anteriores, será que mantuve la parte seriéfila de mi cabeza ocupada en otras cosas, quién dice otras cosas dice otras series. Por lo que encontrarme con el el 3×11 fue cómo: oh! mira que bien! hoy toca The Walking Dead!

«Andrea en Woodbury town»

Recuerdo que las cosas estaban tensas en zombie city, que el Rick-Team estaba siendo atacado por sorpresa por El Gobernador; que a los nuestros se les complicaban las cosas, que después de eso les esperaban días difíciles en la prisión y, sobretodo recuerdo que la acción estaba de vuelta. Que volvíamos a estar en la cresta de la ola.

Pero pasó que ayer volvimos a caernos de la ola con un episodio de aquellos de transición, que sin ser aburrido tiró por la borda nuestras expectativas. Tras el asentamiento de los bandos, y el asilo concedido a Merle, lo único que quedaba en el aire era saber por cual de los dos equipos jugaría Andrea, teniendo en cuenta su «affaire» con el del parche en el ojo. Visto lo visto y sin ser «Spoilers» os diremos que eso aun sigue en el aire.

«El hogar del Rick-Team en la prisión»

Por lo demás, el onceavo capítulo sin ser uno más, queda considerado como uno de esos pasivos, con mucho diálogo, con un Rick un poco más sereno; un capítulo del cuál rescataremos el momento final, que personalmente creo que fue lo mejor de los 40 minutos. Al son del tema Hold On de Tom Waits, interpretado a cappella por Beth para todo el grupo en una noche bien podría ser de las últimas noches en calma. Emotivo, muy emotivo (sobretodo si el mundo ahí fuera ya no es lo que solía ser).

Y así nos fuimos, con esa canción en la cabeza y con el posterior trailer del 3×12, que al parecer promete mucha más acción y movimientos estratégicos, hasta puede que algún zombie muerda a alguien. Yo confió en que estos momentos de tranquilidad que nos ofrecen de vez en cuando son sólo una señal de que lo mejor está aun por venir, al fin y al cabo después de la calma siempre llega la tormenta ¿no?

The Americans 1×04. ¿Teléfono rojo? Volamos hacía Moscú.

30 de marzo de 1981. Disparan al presidente de los Estados Unidos, Ronald Reagan. El secretario de estado Alexander Haig declara que tiene el control aquí (de la superpotencia americana) ya que el vicepresidente George H. W. Bush (padre) estaba volviendo en el Air Force Two a Washington D.C. Horas de máxima tensión. Repetición en la televisión hasta la extenuación del tiroteo que fue filmado en cinco diferentes ángulos. No se sabe nada del estado del presidente del país americano. Se crea tanto un cisma en la sociedad como en los enemigos. ¿Quién ha sido? ¿Qué medidas hemos de tomar? ¿Cómo se responderá? ¿Cómo se contrarrestará? ¿Es hora de enseñar quién tiene el misil más grande?

Suerte que antes no había tantos modelos de terminales como hay hoy en día.

The Following 1×05. Con la muerte en los talones.

Donde caben dos, caben tres…

Las fichas de dominó han empezado a caer en orden una tras otra cogiendo una velocidad muy vertiginosa. Todos aceleran como si el final anduviera cerca, como si la fuente de vida estuviera a punto de agotarse aunque para muchos la eterna oscuridad esté a la vuelta de la esquina. Todo se vuelve más impredecible, aunque no hay nadie imprescindible exceptuando el binomio sobre el que gravita la serie. A pesar de que, me temo, incluso Joe Carroll pudiera ser carne de cañón ya que haría lo mismo con ritmo cardiaco que sin él. Cada vez lo veo más desaprovechado y podrían tirar de flashbacks como recurso para sacar a cualquier insidioso seguidor de su ilimitada chistera cual Doraemon. Como tiene células durmientes por todos lados éstas pueden ser infinitas y eso me cuestiona si habrá un final. Yo si fuera guionista lo dejaría muy abierto para beneplácito del personal, un poco al estilo FlashForward. ¿Quién sabe si algún día volverán a retomarla con un Kevin Bacon canoso y/o calvo?

El joven agente del FBI Mike Weston es… Hermano Menor.