‘Homeland: un buen final para un buen comienzo’

Entonces el americano colorado musulmán se encerró en un búnker con los peces gordos de la nación, enfundado en su chaleco bomba de mala calidad que no estalló por razones obvias… Y cuando todos estábamos que no nos cabía ni un alfiler y temiendo lo peor se nos acabó el capítulo, así, a medias y sin una disculpa de por medio… Una semana después los de Cuatro nos dieron lo que nos debían, y a pesar de que nuestras pulsaciones habían vuelto ya a la normalidad lo disfrutamos como enanos. Comprobamos lo que ya imaginábamos con esa segunda parte del final de ‘Marine’ y descubrimos cosas nuevas con ese buen comienzo de la segunda temporada.

«circunstancias telefónicas extremas»

Eso si, una semana da para muchas cosas, sobretodo para quejarse, y qué mejor sitio que las redes sociales, las cuales han sido muy claras y contundentes, criticando casi al unísono la mala gestión del canal de Mediaset para con el final de la temporada. Una falta de respeto, decían los seriéfilos que aún ven la televisión. Una estrategia, suponemos que decían los señores de traje y corbata que controlan la caja tonta. 

Homeland: Final a medias en Mediaset

Se suponía que hoy, en el momento en que los rayos de sol penetraran por nuestras ventanas y nuestros ojos perezosos y cansados se abrieran por primera vez en este nuevo día, ya tendríamos un recuerdo completo en la memoria de lo acontecido y vivido la noche anterior en planeta Homeland; se suponía que este post vendría a ser sencillamente mi valoración personal final de lo que había sido la primera temporada en términos generales, sobretodo de sus dos últimos capítulos. Pero no… Algún mal estratega ha decidido que debíamos conformarnos con ver la mitad del episodio quizá más importante y adrenalínico de la ‘Season One’; alguna mala persona que no ha tenido ni sensatez ni piedad,  nos ha dejado colgados a mitad de camino, obligándonos a tomar la dura decisión de conseguir por otros medios esa mitad que nos falta en la memoria .

QUÉ MAL TIPO AQUEL! Que nos ha dejado con la miel en los labios, presenciando como un marine traidor con chaleco bomba se colaba dentro de un búnker lleno de peces gordos dispuesto a estallar por su causa, decidido, sudoroso, tenso.. QUÉ MAL TIPO AQUEL!  Que nos ha ido seduciendo con anuncios microscópicos cada semana sólo para obtener nuestra fidelidad para finalmente y en última instancia dejarnos en ascuas, mandándonos a dormir sólo con el derecho a especular, averiguar y TRAGAR SPOILERS! 

Recta final con episodios cargados de tensión y de incertidumbre, dignos de haber acabado al completo

Decepción es la palabra, porque las emociones y las ganas de seguir pegado a la pantalla iban en aumento semana a semana, porque ya estábamos intuyendo por donde podrían ir los tiros (incluso los de Walker). Porque anoche ya estábamos rabiosos viendo las putadas que estaba sufriendo nuestra bipolar Carrie Mathison; porque queríamos ver de qué manera salía del entuerto; porque ya dudábamos un poco menos de Saúl y un poco más de otros; porque todo ya estaba genialmente jodido y PODRÍAMOS CON GUSTO HABER SEGUIDO DESPIERTOS MEDIA HORA MÁS!!

Ahora toca esperar para ver esa segunda parte del capítulo «Marine», para salir de dudas y acabar la temporada como mandan los cánones. Toca esperar para saber qué clase de colorada persona es Brody. Pero de momento podemos y debemos seguir adelante con nuestras vidas, eso si, sin olvidarnos de lo que hemos visto hasta ahora.

Homeland: Juego de Topos

Después de la hora de las confusiones y de aquel fin de semana tan movidito, la trama por fin fue liberando algunas de esas incógnitas que nos estaban haciendo pensar desde un comienzo. Hasta ahora no conocíamos el motor central del sargento Brody, no sabíamos por qué motivo, razón o circunstancia podría haber cambiado de chaqueta para convertirse en un cómplice activo de Abu Nazir. Ahora que lo sabemos, no es que le vayamos a dar el visto bueno, pero si que vamos a decir que le comprendemos. No le justificamos, pero le comprendemos; eso nos vale para poder especular.

Brody… que a pesar de estar en el ojo del huracán desde que salió de su agujero ha intentado parecer un  buen tío en los últimos capítulos, y le ha ido bien, tanto así que ha logrado que Miss Mathison caiga en sus coloradas redes en su primer despiste…

Por otro lado tenemos a Tom Walker, un tipo con un aura muy oscura que creíamos muerto a manos del zanahoria, pero que resultó estar más que vivo que nunca; totalmente decidido a pasar a la acción al parecer también como cómplice activo del líder terrorista, visiblemente con las ideas más claras y definidas que el nuevo héroe americano. Con un buen rifle en mano. ¿Su motor central? lo ignoramos de momento.

Al margen de  Nazir, Brody y Walker, todo el resto parece una gran conspiración que pone a muchos de los hipotéticamente buenos en la palestra de los sospechosos. Sin ir más lejos, en las redes sociales Saúl ha ido ganando enteros, y se ha puesto a la cabeza, pasando a ser el posible gran topo. Algo que yo podría tachar de ERROR! simplemente porque sospechar de Saúl está siendo tan fácil y evidente que muy difícilmente sea así. Sería aburrido adivinarlo tan rápido. Pero bueno, aquí en HOMELAND nada se descarta. Y si de sospechas se trata, el jefazo de la CIA, David, tiene algo turbio que no me acaba de convencer. Ojo.

En fin.. sea como fuere, alguien tirado de tópico y nos ha escacharrado a la rubia de oro con el típico maletín bomba. No fue Walker, no fue Brody, pero da igual, porque la explosión del último día tendrá consecuencias devastadoras para el porvenir de la serie. Las preguntas aumentarán, y las respuestas quedarán en el aire hasta nuevo aviso. ¿quién es el bueno y quién es el malo? ¿quién de los de dentro está echando un cable al terrorista?

Habrá que mantenerse atentos y a la espera en este juego de topos; puede que Abu Nazir vuelva a hacernos un pantallazo a lo Rajoy y nos saque de dudas próximamente!! 

 

Homeland: la hora de las confusiones

Homeland empieza ya a mantenernos enganchados, atentos y pegados a la pantalla. Ya nos hace admitir todo aquello que oíamos decir a los seriéfilos de altos vuelos; toda esa serie de palabrerías que no te crees hasta que no lo ves con tus propios ojos. Hasta que no lo vives.

Después de ocho capítulos entramos en la recta final de la temporada. Sí, rapidamente. Porque a primera vista el plan es engancharse a esos seriéfilos de altos vuelos y ponernos a su altura, para así esperar todos juntos el mes de septiembre. Esperar como buenos amigos la llegada de esa tercera temporada que los nuevos seriéfilos Homelandianos aún ignoran.

Vamos a lo nuestro; capítulos 7 y 8:

En episodios anteriores pudimos notar que el rizo se estaba rizando a ritmo de champions, pero a día de hoy podemos dar fe de ello. Carrie se nos ha vuelto loca, cual quinceañera, se ha escapado de weekend con el sargento zanahoria Brody, olvidando muchas cosas… no todas, pero muchas. Dejando entrever sus intenciones como agente, su plan; poniéndose en evidencia, arriesgando la operación y la seguridad nacional. MAL MAL MAL! MUY MAL! 

Sabido es que, cuando el corazoncito le gana la partida a la cordura y la sensatez, las cosas pierden su matiz original. Nosotros nos damos cuenta de esas cosas, y sabemos que a Carrie la patata le late más deprisa cuando está con ‘Rayo Veloz‘ (Brody). Peligroso. Para estar muy atentos próximamente, porque es en este weekend donde han empezado las confusiones de verdad. Porque el colorado no es tonto. Porque el colorado juega con ventaja, y a pesar de ser el supuesto terrorista y tenerlo todo en su contra, nos hace dudar, y pensar que quizá no es tan malo, que quizá no es él; que quizá Carrie haya errado otra vez… 

Homeland: todo por la patria.

Parecía que permanecer 8 años encerrado en un agujero en Irak era motivo suficiente para sentir compasión por el colorado, pero cuando supimos que su atractiva mujer era del club de las de «A rey muerto rey puesto» todos pensamos que el pobre Brody era un desgraciado en su totalidad. Todos menos Carrie. Claro, es que a la rubia no se le escapa nada, ella persigue sus sospechas hasta donde haga falta sin cuestionarse lo poco ortodoxos que puedan parecer sus métodos. Todo por la patria. Sí señor.

Con los 2 últimos episodios en abierto, correspondientes al 5 y al 6 de la primera temporada, pudimos hacernos un poquito a la idea de que el capitán américa se las trae. Por lo que esa compasión inicial, y esos cuernos justificados de su mujer pasaron a segundo plano. En su lugar, fijamos nuestra mirada y toda nuestra atención en ese encuentro forzado del tercer tipo entre el nuevo musulmán y Carrie; ese encuentro con final feliz, rápido pero feliz.

Pero eso no fue todo, porque a esas alturas ya habían pasado un conjunto de cosas que nos hicieron sospechar casi de todos los personajes relevantes, incluso del bueno de Saúl.